Los
datos que obran en la Memoria publicada por el Consejo Consultivo del
Principado de Asturias correspondiente al año 2017, reflejan con toda crudeza
la realidad de un Órgano cuya existencia solo se justifica como cementerio de elefantes
políticos a los que las asturianas y asturianos pagamos un veraneo permanente a
cuerpo rey en la Casa de Nava, sita en el barrio
gijonés de Cimavilla.
En el
año 2017 el Consejo Consultivo tuvo un Presupuesto de 1.493.715 euros y emitió
un total 323 dictámenes, por lo que cada dictamen sale a la friolera de 4.624, 50
euros.
De esos 323 un 84 por 100 - 298 - se refieren a expedientes de responsabilidad patrimonial contra la Administración (por caídas, en muchos casos), en los que los fundamentos jurídicos suelen repetirse mediante el procedimiento de "corta y pega".
De esos 323 un 84 por 100 - 298 - se refieren a expedientes de responsabilidad patrimonial contra la Administración (por caídas, en muchos casos), en los que los fundamentos jurídicos suelen repetirse mediante el procedimiento de "corta y pega".
En el pasado año en el Consejo Consultivo trabajaban 16 empleados públicos, entre ellos, un
Letrado adjunto a la Secretaría (nivel 30), una letrada jefa (nivel 28) y tres
letrados (nivel 26). Por tanto, a cada letrado le tocaría elaborar 65
dictámenes al año (poco más de un dictamen a la semana)
Pero
lo que resulta particularmente grave e insostenible, se mire por donde se mire,
es la situación laboral y retributiva del Presidente (64.343 €/año), de los
cuatro vocales ( 64.343 €/año) y del Secretario General (55.185 €/año). ¿Qué
hacen estos seis altos cargos para merecer estas golosas retribuciones?
El
artículo 11.4 del Decreto 75/2005, de 14 de julio, por el que se aprueba el
Reglamento de Organización y Funcionamiento del Consejo Consultivo del
Principado de Asturias, atribuye a los vocales las siguientes funciones:
El
desarrollo de las ponencias y tareas necesarias para el buen cumplimiento de
las funciones del Consejo Consultivo.
Asistir con voz y voto a las sesiones del
Pleno del Consejo siempre que hubieran sido citados reglamentariamente.
En las sesiones podrán discutir los dictámenes,
impugnarlos o defenderlos, proponiendo su modificación, aceptación o
desestimación, que sean retirados o bien que queden sobre la mesa o que se
amplíen sus antecedentes. En el caso de discrepar del parecer de la mayoría,
podrán formular, en tiempo y forma, un voto particular, razonado, conforme al
artículo 33 de este Reglamento.
Formar parte de las ponencias y grupos de
trabajo que se creen de conformidad con lo establecido en el presente
Reglamento.
Aquellas otras funciones que le sean
delegadas por el Consejo en Pleno o por la Presidencia del Consejo.
Como los 323 dictámenes emitidos en el año 2017 fueron elaborados por los letrados
del Consejo, a las señoras y señores vocales
les queda la cómoda tarea de “discutirlos, impugnarlos o defenderlos”. Al presidente y a cada
uno de los cuatro vocales las asturianas y asturianos les pagamos 64.343 euros
brutos en el año 2017, por una tarea tan ardua.
Porque,
aparte de estas labores deliberativas, ¿cuántos votos particulares formularon
separándose del criterio de la mayoría? La Memoria del año 2017 ofrece un dato
sonrojante: entre los años 2005 a 2017 solo se emitieron 10 votos particulares
sobre 3.591 dictámenes emitidos, lo que da buena cuenta de la placentera unanimidad que domina las sesiones de este Consejo.
No
nos extraña, por tanto, que los beneficiarios de este botín defiendan con uñas
y dientes su continuidad. Pero para el Conceyu por Otra Función Pública
n´Asturies no es posible seguir engañando a la ciudadanía asturiana manteniendo un Órgano cuya única virtualidad es dar premios de “fin de carrera” a representantes
desahuciados de la casta política asturiana, colonizando las Instituciones
públicas mediante un inmoral reparto por cuotas de partido para retribuir servicios prestados.
Hay
que suprimir el Consejo Consultivo del Principado de Asturias por ser un
Organismo totalmente prescindible , como han hecho las Comunidades Autónomas de Madrid (con el apoyo de PP y Ciudadanos) y de Extremadura (con el apoyo del PSOE y Podemos), encomendando
la función consultiva a los servicios
jurídicos de la Comunidad mediante la creación de una Comisión Jurídica
Asesora integrada exclusivamente por funcionarios propios, con lo que se
suprimen las canonjías instauradas por los partidos políticos ( todo ello, con el aval del Tribunal Supremo)
O encargando la emisión de los informes que resulten preceptivos al Consejo de Estado, como hace, por ejemplo la Comunidad Autónoma de Cantabria, sin que ello suponga merma alguna para la celeridad y eficacia de los procedimientos correspondientes.
Si PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos, han aprobado ya con sus votos la eliminación del Consejo Consultivo en las Comunidades de Madrid y de Extremadura, por ineficiente e innecesario, ¿qué motivos diferenciales concurren en Asturias para mantenerlo?
LEY DE SUPRESIÓN DEL CONSEJO CONSULTIVO DE MADRID, APROBADA POR PP Y CIUDADANOS
LEY DE SUPRESIÓN DEL CONSEJO CONSULTIVO DE EXTREMADURA, APROBADA POR PSOE Y PODEMOS
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