La Nueva España
17 de Abril del 2018 - Manuel Javier López García (Oviedo)
En
un país llamado España, donde no existe ninguna separación de
poderes real, efectiva, no es de extrañar que existan casos fuera y
dentro de Asturias como el denunciado y del que se ha hecho eco este
periódico respecto a la Sindicatura de Cuentas. Al parecer, este
órgano pensado para controlar las cuentas y su cumplimiento por
parte de los poderes públicos resulta que es el primero
absolutamente corrupto, toda vez que sus miembros están directamente
puestos a dedo por los diversos partidos. Su presidente, un tal
Avelino Viejo, creo recordar que fue consejero del Principado hace ya
bastantes años, luego ocupó diversos altos cargos públicos hasta
ser presidente de la Sindicatura. Este señor, cuyos méritos
conocidos son exclusivamente los de pertenecer a un partido político,
como otros tantos personajes tales como Gabino de Lorenzo, Areces, el
clan de los Sanjurjo, Trevín, la actual consejera de Agricultura y
que fue en su día presidenta del Parlamento asturiano –viajaba en
esa época en un coche blindado por valor de unos 100.000 euros, con
chofer, etcétera– y así se podría seguir y casi no terminar, han
vivido y viven y así seguirán del dinero público de todos
nosotros. Ello es así, en mi humilde criterio, por la no existencia
de separación de poderes como es el presente caso en que el órgano
fiscalizador de las cuentas públicas, según resoluciones
judiciales, está corrompido por los partidos políticos que todo lo
abarcan y, así, se designan auditores, letrados y demás personal
simplemente a dedo o por cercanía a dichos partidos.
Por
ello, como un ciudadano más, les agradezco y animo a todo tipo de
sindicatos que conocen todas estas componendas por dentro a que
denuncien y denuncien vía judicial, pues, por otra parte, quienes
deben hacerlo constitucionalmente miran hacia otro lado. En este
sentido, voy a permitirme citar al colectivo de Bomberos de Oviedo y
Asturias que arriesgan su vida cotidianamente y para mayor oprobio
están mal considerados por los gobernantes.
Insisto,
en esta camarilla de dirigentes políticos donde lo de menos es si
son del PSOE, el PP u otros partidos, pues forman un grupo
cohesionado donde impera el “hoy por mí y mañana por ti”, hubo,
existe y seguirán existiendo corrupciones como este asunto, pues va
ínsito en las reglas de juego corruptas aceptadas por todos ellos.
De ahí que se realicen regasificadoras que luego no se utilizan,
macropuertos que no tienen tráfico marítimo ni vías de entrada y
salida, todo ello, claro está, con sobrecostes sistemáticos e
incumpliendo los plazos y así se podrían seguir poniendo ejemplos,
sabedores de que el órgano que debería controlar, denunciar y
acudir a los Tribunales, es decir, la Sindicatura de Cuentas, está
integrado por miembros sumisos que nunca van a denunciar nada en
primer lugar porque carecen de legitimidad alguna al ser puestos
discrecionales, a dedo, y en segundo término porque “nunca la
vieron más gorda”. Eso sí, que no “pillen” a cualquier
ciudadano “infringiendo” normas nimias como rebasar el límite de
velocidad en 5 o 10 km/hora de más o incumpliendo algún reglamento
municipal o autonómico, porque entonces sí, ahí son implacables.
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