"La corrupción es inherente al sistema capitalista porque la
gente confunde la ética del mercado con la ética propiamente dicha"'.
Así resume el economista norteamericano John Kenneth Galbraith uno de
los principales defectos de la economía de mercado. Lo dijo anteanoche
en Oviedo, donde ayer pronunció una conferencia sobre el estado de la
economía mundial en el Campus Internacional, entidad creada por el
Ayuntamiento de la ciudad asturiana en colaboración con la Universidad
ovetense y el diario La Nueva España.Durante una cena previa a
la conferencia, el prestigioso asesor del asesinado presidente Kennedy
reflexionó sobre diversos temas de la actualidad económica española e
internacional. Este es un balance de lo que dijo:
Corrupción.
"Desgraciadamente, la gente confunde la ética del mercado con la ética
propiamente dicha, y el afán de enriquecimiento va unido al capitalismo.
Es, uno de los fallos más graves del sistema. En los últimos diez años
sus consecuencias han sido constantes en Estados Unidos. ¿Cómo evitarlo?
Es una herencia de la humanidad y es también una excrecencia del
sistema. Acaso para resolverlo ya hay inventado un mecanismo que reduzca
el apetito de dinero: el Impuesto sobre la Renta".
Asturias. "Las industrias mineras y
siderúrgicas han quedado obsoletas. No hay más remedio que cerrarlas y
asumir el pago vitalicio de los sueldos de los desempleados. Es
doloroso, pero es una de las consecuencias del, sistema. Los asturianos
han de abordar retos: la alta teconología, el diseño, el arte".
Desempleo y dinero. "Es terrible quedar
desempleado. El dinero es la única medicina conocida para aliviar ese
trauma. Pagar a los desempleados de estas industrias obsoletas supone
una manera de ganar dinero: es más barato que seguir manteniendo el
gasto".
Capitalismo. "¿Recetas para curar sus
agravios? Una muy concreta: combinar la acción del mercado y la acción
del Estado para corregir las grandes diferencias que hay entre los ricos
y los pobres, para eliminar las deficiencias tremendas que hay en las
ciudades, para luchar contra la pobreza, el crimen y el desorden. Para
hacer que la sociedad sea más humana".
El futuro. "España, y Asturias en concreto,
deben mirar al ejemplo italiano de la posguerra: no había grandes
industrias, pero hubo diseño. Se sabía que un producto era italiano
porque era bueno, en su apariencia y en la realidad. España ha de llegar
a conclusiones parecidas y apostar por la bondad de los productos".
Fin de la historia. "Se acabó el comunismo,
y era inevitable, porque la presión social ya resultaba inaguantable:
el sistema comunista preparó culturalmente bien a la gente y llega un
momento en que la gente que sabe no soporta la opresión. Con Franco pasó
lo mismo en España. Ahora ya no hay vuelta atrás: es imposible que un
pueblo que ha probado la libertad la pierda de nuevo gratuitamente".
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