En un vídeo reciente que ha circulado por las redes sociales hasta convertirse en viral, el activista británico George Monbiot arremetía con dureza contra la falta de valentía de los líderes políticos del planeta en la lucha contra el cambio climático. Monbiot recordaba que el problema que afronta la humanidad no se resuelve únicamente con pequeños cambios individuales como “eliminar los bastoncillos de algodón”, sino dando un giro de 180 grados que “derribe el actual sistema económico que se está comiendo el planeta a base de crecimiento perpetuo”. Y concluía que, para garantizar la protección del medio ambiente, “tenemos que ir directos al corazón del capitalismo y derrocarlo”.
Si se diera un paseo por cualquier mitin o acto de campaña de los muchos que tienen lugar estos días por toda la geografía española, Monbiot se llevaría las manos a la cabeza: en la agenda de los principales partidos no parece haber apenas hueco para el medio ambiente. La campaña parece inevitablemente copada por Cataluña y el modelo de estado, los posibles pactos poselectorales que posibiliten la formación de gobierno y un crecimiento económico que, casi siempre, va enfocado al modelo insostenible que precisamente criticaba Monbiot con vehemencia en aquel vídeo.
“La atención que le están dedicando los partidos a este asunto es casi nula”, confirma Jorge Galindo, sociólogo y miembro de Politikon. “Los líderes políticos estiman que es una cuestión que no interesa a los votantes. Aún más: introduce tensiones en el sistema que nadie, o casi nadie, quiere”.
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