No habiendo castigo más doloroso para el censor que el de la burla, reproducimos aquí el post de www. contencioso.es titulado Elogio del funcionario que accede a Internet en horario laboral: Ventajas (I):
"Corren buenos tiempos para la Administración electrónica y es normal que buena parte de los funcionarios públicos cuenten en su oficina dotada con ordenador con acceso a Internet. Tanto para la Administración como para el empleado público, el ordenador conectado es una valiosa herramienta de trabajo y su utilización descansa en la buena fe de ambas partes. Sin embargo no siempre es así.
Para Sevach, adentrándose en el mundo de la Sociología de la Administración, diez son los beneficios o ventajas de que el funcionario público cuente con un ordenador con conexión abierta a la red :
1º Permiten que el funcionario en tiempo real consulte cuestiones directas o colaterales a su puesto de trabajo (normativa, trámites, direcciones de oficinas, etc), atendiendo con inmediatez las consultas, quejas y peticiones del ciudadano (dejando fuera el clásico “vuelva usted mañana”).
2º Permiten que el funcionario, en “tiempos muertos” (cuando no perjudica a nadie si tiene el trabajo al día y no hay ciudadanos esperando) navegue libremente por la red. No hay mejor estímulo que un breve pero oxigenante descanso dentro de una labor rutinaria, que además forma en una habilidad universal, útil como persona y útil como funcionario. ¿ Por qué prohibir lo que a nadie perjudica?. Y ello, teniendo en cuenta que si no tuviera ordenador conectado a la red, muy posiblemente estaría asomado a la ventana con ojos perdidos en el horizonte, dedicado a hacer pajaritas de papel u otros menesteres privados.
3º Permiten que el funcionario, en vez de ausentarse momentáneamente para muchas gestiones particulares ocasionales (como es propio también de los trabajadores de empresas privadas, y el que sea libre que tire la primera piedra), realice con celeridad las consultas o gestiones desde el mismo ordenador, donde encontrará de forma inmediata y sin abandonar la oficina, la información que precisa.
4º Permiten que el funcionario alcance mayor bienestar en términos de comodidad, autoestima y responsabilidad. No permitir el acceso a Internet, limitarlo en duración o en páginas de acceso, supone una desconfianza y tratamiento propio de menor de edad que no merece el empleado público.
5º Permiten que el funcionario se forme con espontaneidad en técnicas jurídicas, Derecho Administrativo y Derecho Constitucional. Todo está en la red: ponencias y publicaciones. Se insiste mucho en Leyes y reglamentos sobre la profesionalización del funcionario y la necesidad de formación continua, y sin duda se puede aprender mucho desde el puesto de trabajo con un simple ordenador con conexión a Internet. No se trata solo de acceder al frío BOE, sin interpretación ni explicaciones. Se trata de poder acceder a informes, sentencias y problemática en general relacionada con el puesto y caso concreto de cada funcionario, lo que jamás se logra con los estereotipados cursos oficiales de buena parte de centros de formación burocrática, de pupitre, siesta y canapé.
6º Permiten que el funcionario consiga acceder a webs que constituyen plataformas vinculadas directamente a sus derechos como trabajador, propias de sindicatos o de la propia Administración a la que sirve.
7º Permiten que el funcionario se apee del pedestal del poder público por unos instantes y entrar en esas numerosísimas webs de humor a que reenvían los correos electrónicos, con la consiguiente liberación de endorfinas y bienestar. No hay necesidad de convertir al funcionario en un esfinge con “cara de perro mal almorzado”.
8º Permiten que el funcionario pueda acceder a primera hora a las noticias locales, pues al servidor público no puede serle ajena la resonancia de la gestión pública ni las vicisitudes de sus autoridades, de manera que el termómetro de la prensas sirve para detectar carencias y buscar soluciones.
9º Permiten que el funcionario, mientras consulta para asuntos privados la red, ofrezca al ciudadano que se acerca a la ventanilla, y desde la distancia, una imagen de ocupación y actividad que contribuye a no consolidar los prejuicios sobre los funcionarios. Es más, desde otras perspectiva, el acceso a la red permite incluso, que el funcionario evite tener que mantener conversaciones insulsas con sus compañeros y preservar su esfera de intimidad, refugiándose en consultas en la red. Una cosa es compartir oficina y otra convertirse en peña.
10º Y permiten que el funcionario se encuentre en idénticas condiciones que la inmensa mayoría de los trabajadores de las empresas privadas, donde el control de los empleados es por los resultados y no por la presunción de distracción de los mismos.
Y no se diga que dejar acceso a internet en la oficina es promover la holganza o la distracción, ya que cualquiera que tenga un poco de experiencia en el mundo burocrático sabe que, con o sin ordenador, con o sin internet, el que es trabajador y diligente seguirá cumpliendo con su trabajo, y en cambio, el que es un caradura, aunque tenga las mejores condiciones del mundo y sea vigilado, siempre conseguirá escaquearse. Como decía una película de Tarantino cuyo título no recuerdo, “Todos cambiamos hasta los treinta años. Después intentamos hacer creer a los demás y a nosotros mismos que cambiamos de convicciones, pero solo son ilusiones“. Y como decía el Catedrático de Historia C. Northcote Parkinson (autor de las célebres Leyes de Parkinson) cuando se trata del funcionamiento burocrático en las oficinas públicas ” el trabajo siempre lo hace alguien, no importando el rango ni la capacidad, sino la voluntad”.
Dicho esto, y dejandoos reflexionar sobre la cara dulce del acceso a internet por los funcionarios, pospondré para el próximo post la cuestión de los límites…"
No creo que Areces y compañía tuvieran problema alguno en que los funcionarios lean el blog de este juez.
ResponderEliminarLo que les duele son los palos judiciales que les dio, con toda la razón - ojalá hubiera más jueces iguales -, y por eso le vetan.
Una rabieta de niños maleducados, sino fuera porque pisotean la libertad de expresión, con lo que el niño faltosón se convierte en represor
La Nueva España ofreció una información totalmente sesgada, ya que el Principado no veta el acceso a los blogs. Únicamente vetó al blog de Chaves por razones aún no explicadas. Por cierto, para ahorrar gastos podrían cerrar el IAAP "Adolfo Posada". No sirve para nada. Para formar a los funcionarios, formarlos bien y no con cursos de siesta y café, sólo tendrían que hacer una cosa que además saldría gratis....: obligarles a leer cada día el blog vetado. La lectura se complementaría también con el blog de Antonio, que por ahora todavía resiste a la feroz censura...aunque si sigue así de tiquismiquis con eso de las cuentas...no se..no se...
ResponderEliminarNo es por nada, pero esto no es la primera vez que sucede. Conservo el expediente completo tras la denuncia en la Fiscalía, con informe de Rabanal sosteniendo que es el propio ordenador el que decide qué páginas se pueden consultar y cuáles no.:
ResponderEliminarRespuesta de Rabanal a la presidenta de la Junta General sobre la censura a ElComentario.TV en las dependencias del Principado
Contra la censura: Elogio del Conceyu por Otra Función Pública n´Asturies.
ResponderEliminarSoy uno de esos lectores de vuestro blog, además del de Chaves.Lo primero que me gustaría es agradecer, para aquellos que ya no podemos acceder a su blog, que hayais posteado su último artículo, no tanto por poder leerlo desde aquí sino por lo que tiene de compromiso con la libertad de expresión.
Lo segundo que me gustaría expresar es mi repulsa por la censura del blog de Sevach, que no sé a quién se le habrá ocurrido pero que es de una torpeza inclasificable.
La censura en Internet da asco por lo que tiene de cortapisa a la libertad de pensamiento del individuo.No hace mucho " Reporteros sin Fronteras" publicaba un informe titulado " Los enemigos de Internet"
http://www.rsf.org/IMG/pdf/Enemigos_de_Internet.pdf
En los que decía que: "Los doce enemigos de Internet (Arabia Saudita, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán y Vietnam) han transformado sus redes en Intranet, impidiendo que los internautas accedan a informaciones que se consideran ’indeseables’. Todos esos países ponen de manifiesto no solo su capacidad para censurar la información, sino también la represión prácticamente sistemática de los inernautas molestos".
Bueno, pues ahora ya podemos añadir a la lista al Principado de Asturias.
Un saludo,
Pentapolín