La reciente sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia del Principado de Asturias (TSJPA) dictada el pasado 29
de marzo, a la que ha tenido acceso esta asociación (ver aquí), en la que se
declaran nulos los despidos de los trabajadores de la Fundación para el
Progreso de Soft Computing, refleja como pocas un modo de gestionar los fondos
públicos en los llamados “chiringuitos”, caracterizado por el despilfarro
económico y el enchufismo laboral.
La relación de los salarios que dicha Fundación – creada y sostenida con
dinero público del Principado de Asturias - pagaba a sus trabajadores, recogida
en el cuadro que extraemos de la sentencia, revela la existencia de un grupo
selecto de ocho (8) empleados con salarios mensuales muy superiores a los del
Presidente del Gobierno del Principado:
Investigador
asociado
|
4.250 euros
|
Secretaria dirección
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2.096,87 euros
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Responsable desarrollo
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2.692,27 euros
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Investigador
principal
|
7.558,92 euros
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Investigador
asociado
|
3.833,33 euros
|
Ayudante de investigación
|
1.816,66 euros
|
Investigador
principal
|
7.558,91 euros
|
Gerente
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4.583,33 euros
|
Ayudante de investigación
|
1.816,66 euros
|
Administrador de sistemas
|
1.958, 33 euros
|
Director TIC
|
3.166,67 euros
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Contable financiero
|
2.042,78 euros
|
Documentalista
|
1.429,13 euros
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Director General
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10.959,50 euros
|
Investigador emérito
|
2.520 euros
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Técnico gestor proyectos
|
2.125,01 euros
|
Investigador predoctoral
|
1.666,68 euros
|
Ayudante de investigación
|
1.816,66 euros
|
Arquitecto de software
|
2.320,01 euros
|
Auxiliar administrativo
|
1.672,55 euros
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Investigador asociado
|
3.333,33 euros
|
Analista técnico
|
2.045,85 euros
|
Ayudante investigación
|
1.916,67 euros
|
Investigador emérito
|
6.279,08 euros
|
Investigador
principal
|
7.558,92 euros
|
Investigador postdoctoral
|
2.250 euros
|
No nos extraña que la Fundación Soft Computing tuviera que
terminar cerrando por insostenibilidad financiera, a la vista de este desmadre
salarial más propio de ejecutivos de la gran banca.
Pero, además, la sentencia del TSJPA pone de manifiesto, con
toda crudeza, una manera de adoptar decisiones políticas absolutamente
irresponsable, cuando describe el comportamiento del consejero de Empleo,
Industria y Turismo, D. Francisco Blanco, que decide por su propia cuenta y
riesgo y a través de una llamada telefónica, conceder a los trabajadores que estaban negociando el Expediente de
Regulación de Empelo (ERE) una indemnización de 30 días de salario por año de
servicio, por encima de los 24 días que ofrecía el representante de la patronal en la negociación, cuando debía conocer que ello no
era legalmente posible porque la Intervención General del Principado advertía
que no se podía asumir pagos públicos a entidades privadas.
Con este modo de proceder el Sr. Consejero engañó a los
trabajadores, como expresamente reconoce la sentencia, cuando afirma que "el Consejero, que a la postre obtuvo con su compromiso la aceptación de los trabajadores, no podía legalmente hacer el ofrecimiento, pues tenía que saber que la Administración a la que pertenece le iba a negar, a través de la Intervención, la posibilidad de cumplir" y que “ese compromiso sin esperanza de ser materializado produjo el efecto de un engaño a la parte social, que aceptaron poner fin
al periodo de negociaciones sobre la base de una contraprestación asumida por
quien conocía de antemano la imposibilidad de cumplir lo que iba a acordar. ”
(fundamento de derecho tercero), engaño que trajo como consecuencia la nulidad de los despidos.
¿Va a asumir alguna responsabilidad política el Sr. Blanco por este patinazo monumental o los ofrecimientos ilegales no tienen ninguna consecuencia política para el Gobierno del Principado?
¿Va a asumir alguna responsabilidad política el Sr. Blanco por este patinazo monumental o los ofrecimientos ilegales no tienen ninguna consecuencia política para el Gobierno del Principado?
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