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martes, 19 de octubre de 2021

El Tribunal Supremo obliga al SESPA a valorar los méritos profesionales obtenidos fuera de la Unión Europea


La Sala de lo Contencioso – Administrativo del Tribunal Supremo ha dictado el pasado día 4 de octubre una importante sentencia, en la que estima el recurso de casación interpuesto por un médica que había participado en el proceso selectivo de acceso a una plaza de Facultativo Especialista del Área de Neurología, convocado por resolución de 15 de marzo de 2017, y a la que el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) le había denegado la valoración de los méritos profesionales, formativos y de investigación adquiridos durante su estancia profesional en Suiza (CHUV de Lausanne)

En primera instancia el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), en sentencia de 14 de octubre de 2019, rechazó el recurso interpuesto por la interesada, fundándose en que  no se impugnaron las bases de la convocatoria, en especial, el Anexo II, añadiendo que los servicios prestados en Suiza no son valorables porque no forma parte de la Unión Europea, ni del Espacio Económico Europeo. El TSJA señalaba que no podía apartarse de las bases de la convocatoria para no vulnerar los principios de igualdad, mérito y capacidad.

La médica afectada decidió recurrir en casación ante Tribunal Supremo, que admitió a trámite el recurso, precisando como cuestión de interés casacional a resolver “la de  aclarar si vulnera el derecho a la igualdad y a la libertad de circulación de personas, la exclusión de la prestación de servicios en instituciones sanitarias públicas de Suiza como mérito evaluable en un proceso selectivo”

La sentencia que dicta el Tribunal Supremo el pasado 4 de octubre, después de un exhaustivo análisis de la normativa de aplicación, en especial, del Acuerdo entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, por una parte, y la Confederación Suiza, por otra, hecho en Luxemburgo el 21 de junio de 1999, cuyo objetivo es conceder las mismas condiciones de vida, empleo y de trabajo que las concedidas a los nacionales; declara que “resulta patente que la prestación de servicios por una nacional española en una institución sanitaria pública de Suiza debe ser tomada en consideración como mérito evaluable en un proceso selectivo puntuando como experiencia profesional. Otro tanto acontece con los méritos relativos a investigación y formación que han de ser evaluados en idénticas condiciones que si se hubieran efectuado en España. Por ello debemos estimar el recurso de casación"

Asimismo, resulta muy relevante la afirmación del Tribunal Supremo de que la no impugnación en tiempo y forma de las bases de la convocatoria no obsta a su impugnación posterior en el recurso contra la resolución del proceso selectivo cuando, como sucede en este caso,  las bases vulneran derechos fundamentales.

Un sentencia de gran relevancia, en la línea de combatir la endogamia y ensanchar el alcance de los principios de igualdad y mérito en el acceso al empleo público.


SENTENCIA COMPLETA AQUÍ

LA TENSIÓN ENTRE MÉRITO E IGUALDAD: EL MÉRITO COMO FACTOR DE EXCLUSIÓN

 JESÚS GARCÍA CÍVICO 

UNIVERSITAT DE VALENCIA 

Servei de Publicacions 2006


Es difícil saber cuanto tiempo puede hacer frente un sistema al continuo ascenso de la desigualdad, a la brecha económica y social que agudiza, si ya no la existencia de clases, quizás sí las muy desiguales clases de existencia. 

Nos referimos a Occidente, y no únicamente al llamado “Cuarto Mundo”, sino también a aquel dónde las distancias socio económicas lejos de ocultarse, parece que gustan de exhibirse desafiando el juicio tocquevilliano que veía en la pequeña diferencia lo socialmente insoportable. Vanagloria que se quiso no hace mucho trasnochada, la desigualdad en posesiones, status y riqueza material y simbólica hace tiempo que pasó de ser la inocua vía para que la élite o el grupo aristocrático canalizara, en cada tiempo, su obsesión por distinguirse (la distinción tal y como la estudiara P. Bourdieu) a forma contemporánea de la desigualdad legítima, e incluso de la creación de lo que se conoce como identidad. 

Desigualdad, y sin embargo, en ninguna época como la nuestra la igualdad ha ocupado tantos textos. Además, si sigue siendo válida la afirmación de Max Weber según la cual por aleatorio que sea la el motivo de la desigualdad el que la disfruta tiende a ver su situación como resultado de sus propios méritos y la ajena como resultado de una culpa, tendríamos pues, la desigualdad, la distinción e incluso la identidad legitimadas bajo la confusa noción de mérito en su sentido más amplio (como merecimiento). Argumentos para que el sistema siga sintiéndose como justo (y la desigualdad como legítima) pero también argumento de tensión donde cabe la postura contraria, aquella de quien indignado ante el espectáculo del tan desigual reparto de fortunas confiesa, con E. Cioran, sentirse avergonzado de declararse propietario “aunque solo sea de una escoba”. 

Puede que porque resulte imposible hablar ya de pequeñas diferencias (asistimos hoy en día al crecimiento de enormes fortunas privadas en un contexto global de creciente desigualdad en la distribución de riquezas) o puede, según nuestras hipótesis, por el extraordinario papel legitimador que posee en la actualidad la noción de mérito y de merecimiento, creador de la dicotomía ganador / perdedor en el peculiar trasfondo agonal de la sociedad contemporánea, lo cierto es que la existencia y el crecimiento de tan abismales diferencias no ha provocado, no provoca un rechazo masivo al sistema meritocrático, a aquella ingeniería moderna por la que desde hace apenas doscientos años se adjudican cargos, estatus y beneficios, se reconocen o niegan derechos, o se legitiman desiguales posiciones, estatus y capacidades socioeconómicas. 

Respecto al primero de los término de la tensión que nos va a ocupar, son conocidos los argumentos que explican el peculiar destino del valor igualdad en nuestra sociedad. 

Puede explicarse, se viene a coincidir, por el abandono de alguno de los principios que abanderaron la Ilustración, en concreto, el de la solidaridad. 

Puede deberse a un conjunto jurídico normativo hecho a la medida de un modelo concreto de sujeto, de su género, de su procedencia geográfica, un sujeto beneficiario de la herencia y del tipo de capital económico, social y cultural, que señalan los teóricos de la reproducción como parte de los valores recibidos que la escuela reproduce. 

O puede que junto a la insistencia en lo simbólico, encontremos la necesidad de analizar en el interior de los valores convenidos, en lo que con Castoriadis cabe llamar el último gran momento de “autocreación”, no sólo el enorme peso de lo económico, sino más en general, la falta de finalización de un proyecto no errado, sino inacabado1 . 

TEXTO COMPLETO AQUÍ

miércoles, 6 de octubre de 2021

La Gerencia del SESPA… en el país de las maravillas.

 

Joaquín Aracil Villar y María José Sánchez Trapiello

El Comercio, 6/10/2021

Simpa.es

Desde hace meses intentábamos saber por qué cuando un especialista receta una medicación no puede incluirla como crónica en la Receta Electrónica, lo que nos causa a los médicos de Primaria una sobrecarga evitable de trabajo, con citas para reactivar esa medicación. Hasta ahora nos contestaban que se debía a “una decisión política del SESPA”. Al fin hemos conocido la explicación. Los servicios de farmacia hospitalaria y los Gerentes exigen mantener la situación actual, que imputa ese gasto al presupuesto de Primaria y no a los suyos. Para nosotros esto se puede describir en dos palabras: «VER GONZOSO».

Recibimos “cartas-bronca” trimestrales desde nuestras Gerencias acusándolos de excesivo gasto y sugiriendo que cambiemos nuestro hacer profesional. Los que las envían y los que las recibimos sabemos que la mayoría de ese gasto es atribuible a la prescripción hospitalaria.

El papel lo resiste todo y los números sobre el papel también. Pongamos un ejemplo. Los compañeros de mi Centro en plena pandemia enviaron una queja al Defensor del Pueblo por tener que ver más de 50 consultas/día -datos extraídos de nuestros ordenadores-. Esto hace imposible una asistencia de calidad, seguridad en la actuación o la satisfacción del paciente… mientras nuestros gestores no hacían nada para corregirla. Respuesta del Defensor del Pueblo: no puedo intervenir puesto que su Gerencia desmiente esos datos y afirma que ven 33 pacientes/día de media. ¿Cómo es posible la diferencia? Respuesta fácil: se cambia el denominador y en vez de usar el número de médicos trabajando cada día, se utiliza el de la plantilla del Centro, los números dan y asunto arreglado. ¿Calculan también así las listas de espera quirúrgicas?

Señora Gerente, en su entrevista en El Comercio, describe una situación de Alicia en el país de las maravillas (quizá es su obligación como política…). Pero sigue sin responder a las preguntas importantes.

¿El plan para arreglar la primaria consiste en esperar a que acaben las nuevas promociones de Médicos de Familia para cubrir las 300 jubilaciones? ¿Y nada más? Quizá en la década de los 30. ¿Aumentar los contratos a tres años? Está muy bien, pero mucho mejor haberlo hecho hace años, así no estaríamos donde estamos. Los gestores que la han precedido cometieron errores muy graves y no hemos visto ningún reconocimiento público de ello. Sin embargo sucumben a la tentación de culpar a los profesionales, dejando que la población , los periodistas y algún compañero nos acusen de no querer trabajar, volver a la presencialidad, escondernos tras el teléfono, sanitarios pasivos….¿En qué bando estamos cada uno?, ¿trabajamos en la misma empresa? Reconozcan sus errores y defiendan de verdad sin ambages a sus profesionales.

Tampoco responde a la pregunta del dinero. La Atención Primaria está infrafinanciada con un 14% de asignación presupuestaria según las estadísticas más habituales. Lo recomendable según los expertos sería situar esa cifra en el 25%. Como buenos políticos sé lo que contestaran: Asturias destina 400 € por habitante más que la media de otras Autonomías al presupuesto sanitario. Pero ¿Adónde van esos dineros?: A la Atención hospitalaria mayoritariamente, no nos engañen de nuevo. ¿Cuándo nos van a dar ese 25%? ¿En la década de los 40? Necesitamos personal, sueldos y contratos razonables, nuevas líneas telefónicas, tecnología, ordenadores y posibilidad de solicitar pruebas complementarias…. Y que no nos engañen con las asignaciones de gasto.

Recomendaríamos ver la intervención del presidente de SEMFYC en el Senado sobre la crisis de la Primaria, cuyo planteamiento compartimos íntegramente. “Estamos empujando a la clase media al doble aseguramiento y a contratar -el que se lo pueda permitir- una póliza con los seguros privados. Y convirtiendo la Atención Primaria en un sistema residual destinado a pobres, en una beneficencia al estilo americano.” ¿Quién puede soportar demoras de 6 meses para una Interconsulta, o resultados de pruebas que pueden decidir tu vida en cuatro meses? Nadie que tenga dinero para una solución alternativa. Y… ¿el que no lo tiene?. Siempre nos hemos preguntado cómo puede estar ocurriendo esto en una Comunidad gobernada por la izquierda.

Por tanto seguimos sin respuestas señora Saavedra.