LNE, 12.02.2016
David Alejandro Fernández Sancho. Gijón
Desde que se confirmó que el nuevo secretario de la Mesa de la Junta
General del Principado de Asturias sería Pedro Leal, de Foro Asturias, y
no Armando Fernández Bartolomé, de Ciudadanos, se ha podido ver a estos
últimos empeñados en agitar el fantasma de una supuesta pinza del
Partido Popular y Foro con Podemos con oscuros pactos secretos en los
despachos.
Quizá conviniese resaltar la anomalía que suponía que el quinto partido en votos, Ciudadanos, tuviese un puesto en la Mesa mientras que el cuarto partido en votos, Foro, se quedaba fuera de toda representación en el órgano. Cuando esto sucedió, contra toda lógica de representatividad, los seguidores de Rivera no denunciaron ningún pacto oculto con tanta fuerza como ahora. Qué cosas.
Sin embargo, como todo tiene su parte obvia y su parte más oculta, quizás sea necesario resaltar que los del partido naranja no sólo están enfadados por la pérdida del puesto en la Mesa, sino porque ese puesto en la Mesa otorga la posibilidad de contratar dos personas más a dedo, eso que ellos llaman personal eventual y la gente de la calle llama asesores. Y es que, con la pérdida del puesto, dos de los asesores del grupo parlamentario de Ciudadanos están más que nominados para abandonar la casa. Eso, seguramente, duela bastante más que no estar en el órgano de decisión del Parlamento. Sobre todo cuando gran parte de los asesores del grupo parlamentario de Ciudadanos proviene directamente del antiguo grupo parlamentario de UPyD en la legislatura pasada. UPyD, partido que todos los recontratados por Ciudadanos trabajaron en sus últimos tiempos por destruir, culminando sus acciones en la espantada de Prendes y el anuncio de las listas conjuntas mientras el entonces diputado autonómico, que ahora ha dado el salto a Madrid, aún era diputado y afiliado de la formación magenta y tenían su puesto de trabajo más que garantizado con la nueva formación si conseguían, como sucedió, representación. La nueva política, señoras y señores. Qué cosas tiene.
Quizá conviniese resaltar la anomalía que suponía que el quinto partido en votos, Ciudadanos, tuviese un puesto en la Mesa mientras que el cuarto partido en votos, Foro, se quedaba fuera de toda representación en el órgano. Cuando esto sucedió, contra toda lógica de representatividad, los seguidores de Rivera no denunciaron ningún pacto oculto con tanta fuerza como ahora. Qué cosas.
Sin embargo, como todo tiene su parte obvia y su parte más oculta, quizás sea necesario resaltar que los del partido naranja no sólo están enfadados por la pérdida del puesto en la Mesa, sino porque ese puesto en la Mesa otorga la posibilidad de contratar dos personas más a dedo, eso que ellos llaman personal eventual y la gente de la calle llama asesores. Y es que, con la pérdida del puesto, dos de los asesores del grupo parlamentario de Ciudadanos están más que nominados para abandonar la casa. Eso, seguramente, duela bastante más que no estar en el órgano de decisión del Parlamento. Sobre todo cuando gran parte de los asesores del grupo parlamentario de Ciudadanos proviene directamente del antiguo grupo parlamentario de UPyD en la legislatura pasada. UPyD, partido que todos los recontratados por Ciudadanos trabajaron en sus últimos tiempos por destruir, culminando sus acciones en la espantada de Prendes y el anuncio de las listas conjuntas mientras el entonces diputado autonómico, que ahora ha dado el salto a Madrid, aún era diputado y afiliado de la formación magenta y tenían su puesto de trabajo más que garantizado con la nueva formación si conseguían, como sucedió, representación. La nueva política, señoras y señores. Qué cosas tiene.
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