El candidato presentó un certificado sobre su experiencia como abogado que no era real
Manuel Altozano
Madrid
10 DIC 2014
No sacó la plaza solo una vez, ni dos, sino tres. Un hijo del exconsejero del Consejo Económico y Social (CES) Manuel Núñez Encabo
—miembro del organismo hasta 2009 a propuesta del Gobierno de Zapatero,
exparlamentario del PSOE entre 1979 y 1993 y actual presidente de la Comisión de Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas—
ganó en 2012 las oposiciones a asesor jurídico de ese órgano consultivo
del Estado a pesar de que la experiencia acreditada en el currículo que
presentó no se corresponde con la realidad. La convocatoria, impugnada
por otra concurrente, fue anulada en dos ocasiones por la Audiencia Nacional.
El proceso selectivo tuvo que repetirse dos veces y las tres veces que
se celebró fue Manuel Núñez Mateo, el hijo del exconsejero, uno de los
dos que se hizo con un puesto. El caso fue denunciado y recayó en el
juzgado de Instrucción 19 de Madrid. Su titular lo ha archivado, aunque
su decisión no es firme. Está pendiente de recurso.
El concurso-oposición para dos plazas de asesor jurídico para el Área
de Estudios y Análisis del CES (personal laboral fijo) se convocó el 12
de febrero de 2009. El proceso evaluaba con 12 puntos los méritos del
currículo de cada aspirante y con otros 20 un examen escrito. Entre los
documentos que adjuntó Núñez Mateo para acreditar su experiencia, estaba
un certificado de la Mutualidad de la Abogacía
—el organismo que ofrece un plan de previsión a los abogados
alternativo al régimen de autónomos de la Seguridad Social— en el que se
aseguraba que estaba de alta en ese organismo desde el 1 de octubre de
2003 como abogado en ejercicio. También presentó seis contratos de
trabajo, dos de ellos supuestamente cubiertos por esa mutualidad. Su
currículo le valió la mejor nota en cuanto a méritos (un 9,5 sobre 12).
Obtuvo también la mejor nota en el examen, 18,9, con lo que se hizo con
una de las plazas.
Una carrera a la sombra del padre
Varios de los contratos presentados en CES como méritos para la
oposición por Manuel Núñez Mateo demuestran que gran parte de su vida
laboral se hizo a la sombra de su padre, el exconsejero Manuel Núñez
Encabo. Nada más conocerse que el certificado presentado por el
aspirante no se correspondía con la realidad —cuando el verdadero llegó a
la Audiencia Nacional—, Mateo pidió al tribunal del CES que retirara
tres de los contratos que había aportado para acreditar su experiencia
como abogado, petición que el tribunal aceptó.
Esos contratos no constan en su vida laboral, es decir, no cotizó a
la seguridad social ni por el régimen general de trabajadores ni por el
de autónomos. El certificado presuntamente falso de la mutua trataba de
acreditar que había cotizado a ese organismo por dos de ellos. Sus
empleadores, en los tres contratos retirados eran, por este orden, un
instituto universitario presidido por su padre, un abogado amigo
personal de este y una empresa de su tío.
El primero de los contratos retirados es de asesor jurídico para el
Instituto Euroamericano de Cultura, Ciencia y Comunicación (Inecam),
dependiente de la Universidad de Alcalá, organismo entonces presidido
por su padre, Manuel Núñez Encabo. El segundo está firmado por el
abogado especialista en Derecho Tributario Jesús Simón Martínez, amigo
de Manuel Núñez Encabo y compañero de estudios. El tercer contrato
corresponde a un puesto de asesor jurídico en la empresa Bersante
Reciclajes. Según el Registro Mercantil, el propietario de esa empresa
es Bernardino Núñez Encabo, hermano de Manuel Núñez Encabo.
A pesar de la anulación de las oposiciones, Mateo no ha dejado de
trabajar en el CES, en el que entró como interino en 2008 —cuando su
padre aún era consejero— aportando los contratos antes mencionados.
Desde entonces, ha percibido salarios por más de 300.000 euros en total.
Núñez Encabo admite que era consejero del CES cuando se convocaron
las oposiciones, pero no cuando se celebraron. Encabo afirma que
sostener que su hijo haya falseado su currículo “no es veraz”. “Tanto la
Audiencia como el Supremo han asegurado que las oposiciones estaban
bien hechas”, dice.
Sin embargo, el resultado de la oposición fue impugnado en la
Audiencia Nacional por una competidora. El recurso planteaba, entre
otras cuestiones, la falta de veracidad del currículo de Mateo. Entre
las pruebas recabadas por la Audiencia se encontraba otro certificado de
la mutua que pidió la reclamante para comprobar si el presentado por el
ganador era real. La sorpresa fue que ese nuevo certificado aseguraba
que estaba de alta desde el 1 de enero de 2007 y no desde 2003, como
decía el presentado por el aspirante en el CES. Mateo, pues, tenía tres
años menos de experiencia como abogado de la que decía tener.
Una portavoz de la mutualidad ha confirmado a EL PAÍS que el único
certificado cuyo contenido es verdadero fue el presentado en la
Audiencia Nacional. También lo señala la exdirectora de Operaciones de
ese organismo que firmaba el certificado presentado por Núñez Mateo,
María Dolores Caldés Llopis, que asegura que ella ya no ocupaba ese
puesto en la fecha en que se emitió, el 17 de septiembre de 2009.
“Alguien lo ha manipulado”, dice. La falta de veracidad del certificado
también la acredita su fecha de alta en el colegio de abogados,
requisito imprescindible para acceder a la mutualidad. Mateo se
inscribió en ese órgano el 28 de noviembre de 2006, un mes antes de su
fecha real de entrada en la mutua. Núñez Mateo se niega a explicar por
qué no casan los documentos. “Ninguna resolución judicial ha dicho que
yo haya falseado nada”, se limita a asegurar. “Atribuirme a mí las
irregularidades es falso”.
La Audiencia no entró a valorar esos hechos y se limitó a anular la
oposición porque ningún vocal del tribunal del CES era licenciado en
Derecho a pesar de que el temario era 100% jurídico. La oposición vuelve
a convocarse y se cita a los aspirantes el 4 de noviembre de 2011. Pero
no para repetir el examen, sino para que los candidatos lean ante el
tribunal el que redactaron en 2009 y que la Audiencia había anulado. La
víspera, Mateo envía un escrito al CES en el que pide que se retiren de
sus méritos tres de los contratos que había presentado, todos ellos
anteriores a 1 de enero de 2007, su fecha real de alta en la mutualidad.
En su currículo inicial aseguraba que durante el desempeño de dos de
esos empleos, con los que no cotizó a la seguridad social, estuvo
cubierto por esa mutualidad. El entonces candidato se niega a explicar
por qué retiró esos documentos. Pero el tribunal del CES aceptó su
solicitud, aunque la valoración de sus méritos cayó de los 9,5 puntos
que obtuvo en 2009 a 3,8. Aún así, la lectura de su examen anterior le
dio de nuevo la máxima nota (18,80 sobre 20). Obtuvo de nuevo el puesto
más alto.
La Audiencia vuelve a anular esta segunda convocatoria al considerar
que la lectura del examen no es válida y el CES convoca de nuevo en
febrero de 2012. Esta tercera vez, los méritos de Mateo quedan valorados
aún peor (3,31 sobre 12). Pero en el examen consigue un 17,15 sobre 20.
Queda segundo. Vuelve a ganar la plaza.
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