El Mundo 18/01/2016
El tándem Gustavo de Arístegui/Pedro Gómez de la Serna no le hacía ascos a nada a la hora de conseguir comisiones. Como ha publicado este diario, lo mismo intermediaba en el mercado de los medicamentos genéricos en Dubai,
que cobraba comisiones por tonelada de cemento vendida en el Congo, que
se llevaba un pico porque una firma española construyera una carretera en Moldavia.
Pero, fundamentalmente, los grandes negocios los realizó en dos países: Argelia, en el epicentro de lo investigado por la Fiscalía Anticorrupción, la Udef y la Audiencia Nacional; y Panamá.
En el país centroamericano, el ex embajador Arístegui y el aún diputado Gómez de la Serna,
de baja en el PP y por ello en el Grupo Mixto en el Congreso, llegaron a
negociar hasta dos pelotazos por valor, en su conjunto, de hasta tres
millones de euros, sin que se sepa hasta el momento, en el curso de la
investigación, cuánto dinero pudieron llegar a cobrar. Todo ello por
intermediar en la obtención por parte de dos empresas españolas, Elecnor
y Contratas Iglesias, de varios contratos para la construcción de
hospitales.
En agosto de 2009 Arístegui, que era en ese momento diputado y portavoz del PP en
la comisión de Exteriores, y De la Serna, que en ese momento no
ostentaba cargo político tras ocupar diversas responsabilidades en
gobiernos del PP, firman un acuerdo denominado de agencia con la firma
asturiana Contratas Iglesias.
Fue uno de los primeros clientes de Voltar Lassen,
la marca registrada por los dos políticos (el nombre, curiosidad,
procedía de un sueño del diplomático, según le contaba éste a quien
preguntaba). Según el documento, en poder de este diario, se
comprometían a buscarle negocio a Contratas Iglesias en este país, y a
«presentar al personal de la empresa a los clientes potenciales tanto en
el GOBIERNO como en empresas PÚBLICAS y PRIVADAS», con las mayúsculas
que se reproducen aquí. Es decir, se comprometían a hacer lobby en favor de la sociedad asturiana.
Arístegui y De la Serna,
según el contrato, cobrarían 8.000 euros mensuales a Contratas Iglesias
por hacer gestiones, y después «entre un 2,5 y un 5%» de comisión de
las obras que se consiguieran, habitualmente carísimas infraestructuras.
La situación iba a dar sus frutos rápidamente para Arístegui y De la Serna,
quienes poco después, en noviembre de 2009, firmaban una ampliación del
acuerdo con Contratas Iglesias por el que, ante el primer viaje a
Panamá de los directivos de la firma asturiana, cedían sus derechos a
otra empresa, Río Celeste, para que les acompañara en su búsqueda de negocio en el país.
En
el papel, Arístegui y De la Serna subían un poco la comisión que se
llevarían en caso de lograr trabajo, dejándola entre el 3,5% y el 5%, y
además marcaban el territorio como suyo en exclusiva: todos los
contratos obtenidos por la empresa en la República de Panamá estarán sujetos a la retribución fijada. Es decir, aunque Contratas Iglesias consiga un negocio sin la ayuda de Arístegui y De la Serna, estos cobrarán su parte.
Río Celeste
era la sociedad de un personaje que, según comentó De la Serna a este
diario, «se le acercó a Gustavo [de Arístegui] un día tomando una
cerveza»: se llamaba Juan Gestoso, era «un empresario con muchos años de
experiencia en Panamá». Con el tiempo, Gestoso tendría problemas con
los dos políticos y, según una grabación realizada a De la Serna y
publicada por este diario, «casi llega a pegarse» con Arístegui en un Corte Inglés de Madrid.
Se desprende de las grabaciones que Gestoso dejó
a los dos políticos fuera de algún negocio y éstos tuvieron que
aceptarlo para «no perder el cliente»: esto es, la empresa española
captada por ellos y derivada a Gestoso, que finalmente, igualas aparte,
se quedaría con la comisión verdaderamente golosa: la de la obra.
En definitiva, según la denuncia en Anticorrupción, Contratas Iglesias habría conseguido gracias a la mediación primero, de Voltar Lassen y, después, de la firma de Gestoso,
obra pública en la construcción de cuatro centros hospitalarios en el
país centroamericano, por valor de unos 40 millones de dólares.
Parecido
trance pasaron los dos comisionistas con la empresa de matriz vasca
Elecnor, investigada por el juez José de la Mata. La firma acordó que
los dos políticos le ayudarían, primero a través de Karistia (Arístegui) y luego con Scardovi (De la Serna) a abrir negocio en Panamá, pero finalmente éstos derivaron la actividad a Gestoso en 2012.
Elecnor consiguió un buen contrato en Panamá: la ampliación y rehabilitación del hospital público Dr. Rafael Hernández, en la provincia de Chiriquí.
La obra, aún en curso según la web del Gobierno panameño, está
presupuestada en 113 millones de dólares, y Elecnor la realiza en UTE
con Acciona, en una relación de 35%-65%, lo que probablemente determina
la comisión a cobrar.
En las grabaciones en poder de la Fiscalía Anticorrupción, De la Serna menciona algunos viajes a Panamá.
En concreto, uno en el que, asegura a un colaborador, le han invitado a
participar en actos por el aniversario de la Constitución del país. El
diputado le dice en ese momento a su socio que va a aprovechar para
pasar por «el ministerio y decirles» que un intermediario con el que ha
trabajado «es un hijo de puta».
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