Las bases ahora presentadas por el Gobierno asturiano encubren un procedimiento para la cobertura “a dedo” de las plazas de jefaturas que no se cubrían por el sistema de libre designación, por varias razones:
- Obligan a que la valoración de méritos específicos de los concursos –que supone una parte muy relevante de la totalidad de la puntuación del concurso- se acredite a través de la presentación de una memoria y la realización de entrevistas. Con ello, el riesgo de arbitrariedad en la valoración de los méritos resulta evidente puesto que introducen factores de valoración de difícil objetivación y control.
- Benefician a los funcionarios nombrados previamente en comisión de servicios, atentando contra el principio de igualdad en el acceso a estos puestos. Estos funcionarios, que tuvieron la oportunidad de acumular experiencia en las funciones concretas del puesto de trabajo convocado, tendrá mayores posibilidades de éxito en la redacción de la memoria o en la realización de entrevistas, a cuyos tribunales puede invitarse como expertos a personas del propio centro directivo en el que trabajan aquellos.
- Restringen gravemente el derecho de libre participación en los concursos, ante la dificultad - insalvable en muchos casos - de presentar memorias en relación con todos los puestos de trabajo a los que se podría optar.
En conclusión, se trata de unas bases que limitan drásticamente la libre concurrencia a las convocatorias públicas de los concursos, atentando contra los principios constitucionales por los que se deben regir los concursos de méritos. Son la primera consecuencia de la urgente reforma de la ley de Función Pública asturiana, aprobada en el mes de diciembre, en un golpe de mano sin precedentes al sistema constitucional de Función Pública.
Ver la convocatoria del concurso de secciones (fuente: sindicatos USIPA y CCOO)
Ver la convocatoria del concurso de negociados (fuente: sindicatos USIPA y CCOO)
¿Veis como al final podía ser peor?. Lo digo por lo de la insistencia en que las jefaturas de servicio fueran provistas por concurso en lugar de por libre designación. Si te hacen un concurso como este (libre designación encubierta, si va unido a que tribunales y asesores los nombre “la mano que los alimenta” [de privilegios]), estamos en las mismas, con las mismas camarillas, y sin ni siquiera tener la ventaja como subordinado de que algún día te librarás de ellos...
ResponderEliminarY encima es cuestionable que lo podamos recurrir porque, además de que ya se hace en muchas comunidades, no es contrario al principio de capacidad [salvo porque no será objetivo casi seguro, pero como sobre el papel sí lo será y demostrar lo contrario es casi imposible,...].
En fin, si toda nuestra esperanza está en un Decreto, como dice USIPA, vista la facilidad que tienen estos para cambiar hasta leyes, dadlo por perdido. No deberían dar pistas si quieren poner palos en la rueda, que no evitar el atropello.
Lo de las camarillas, la cooptación, el mucho-morro y el mangoneo político, en este país forma parte de nuestro acervo cultural desde antes de los visigodos. No creo que vaya a desaparecer en menos de tres o cuatro generaciones de democracia. Y que conste que en el fondo estoy de acuerdo con lo dicho aquí e indignado con este tema (aunque no sorprendido). Yo creo que falta algo más de "santa" indignación en esta sociedad abúlica, que es hasta ahora lo que periódicamente nos "salva".
Un saludo.
“Juanvi”